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El agua es el principal componente del cuerpo humano, más del 65%.

Aunque lo cierto es que el contenido total de agua en cada organismo depende de la distribución entre el volumen de masa muscular y la cantidad de grasa.

Esta circunstancia varía con la edad. Además, sabemos es que el organismo elimina de manera constante agua a través de la orina, la respiración, el sudor y las heces.

El agua se considera un nutriente no energético porque es esencial para la vida humana. Es decir, no aporta calorías a nuestro organismo, pero es vital. Lo mismo ocurre con las vitaminas y las sales minerales.

Para entender la importancia de la ingesta de líquidos, tenemos que saber que no existe una reserva corporal de agua y, por ello, es muy importante beber agua porque participa en funciones vitales del organismo.

Tenemos que tener en cuenta que el agua no sólo proviene del agua que bebemos, sino que también la proporcionan algunos alimentos sólidos, destacando la frutas, verduras y hortalizas.

Y ahora nos preguntamos…

¿Cuánta agua debería tomar un niño?

¿Es la misma cantidad que debería tomar un adulto?

Como hemos dicho anteriormente, el agua es muy importante en la constitución de los tejidos y compartimentos del cuerpo humano. Cuando un niño o niña está creciendo, las necesidades de agua son particularmente altas. Una parte de estas necesidades se van a cubrir con los alimentos (frutas, verduras y hortalizas) y otra parte se cubre con el agua que bebemos.  Si nuestra dieta es a base de frutas, sopas, ensaladas… tendremos mayor ingesta de agua que en una dieta que sea más seca. No obstante, los expertos nos recomiendan que los menores de 8 años beban agua durante las comidas y que es prudente ofrecerles agua con frecuencia, especialmente si hace calor.

¿Tomar zumos en lugar de agua?

Con respecto a los zumos, debemos tener en cuenta que los que ya están envasados contribuyen al riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad. Son tan perjudiciales en este sentido, como los refrescos. Por si fuera poco, la ingesta de zumos además aumenta considerablemente el riesgo de caries, que desagraciadamente son tan comunes en los niños actualmente.

Lo más importante para nuestros hijos e hijas es que aprendan, desde pequeños, a beber agua en cualquier momento o situación, ya sea en casa o en la escuela. Aprenderán así lo importante que es para la salud beber agua con regularidad, sobre todo, cuando estén muy activos. El agua ha de ser siempre la bebida de elección.

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