Es fundamental asegurar una dieta rica en nutrientes y antioxidantes para mantener la salud.
Una manera efectiva de lograrlo es incorporar una variedad de colores en las comidas, especialmente a través del consumo de frutas y verduras, que no solo añaden vibrantes tonalidades al plato, sino que también ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud.
Cada color en estos alimentos indica la presencia de diferentes nutrientes y compuestos bioactivos, contribuyendo a maximizar la diversidad de elementos esenciales para el bienestar del cuerpo.
Integrar una paleta de colores en las elecciones alimenticias no solo mejora la estética de las comidas, sino que también maximiza la variedad de nutrientes esenciales, proporcionando una forma deliciosa y visualmente atractiva de cuidar el bienestar a través de la alimentación.